Quantcast
Channel: Driveclub – GameSpek
Viewing all articles
Browse latest Browse all 46

Análisis: Driveclub

$
0
0

¿Cuáles fueron los grandes acontecimientos de 2011?. Los musulmanes de muchos países se alzaron contra sus dictadores; los norteamericanos dieron por fin caza a Osama Bin Laden tras una década de búsqueda y dos países arrasados; Mariano Rajoy ganó las elecciones en España, a la que en solo tres años dejaría como un solar; el Barcelona ganó la Champions, y los Green Bay Packers la Superbowl.

En videojuegos, no cabe duda de que la noticia del año fue el hackeo masivo del PSN. Varios grupos de cibercriminales se hicieron con las contraseñas y datos personales de 80 millones de cuentas en lo que se convirtió en un monumental escándalo. Sony se vio forzada a detener el servicio durante un mes entero, y a indemnizar a los usuarios con juegos gratuitos, como forma de recuperar su confianza.

Es 2014, y todos creíamos que este lamentable incidente había quedado atrás. Por si el rediseño llevado a cabo en 2011 fuera poco, con el lanzamiento de PS4 el año pasado la compañía nipona tuvo la oportunidad de hacer tabula rasa con su servicio online, modificándolo y adaptándolo a la realidad de la nueva máquina, pero a la vista de los hechos, parece que ha sido en balde, porque  las caídas, paradas y mantenimientos del servicio se han convertido en algo habitual para el usuario de PS4, por mucho que éste pague una suscripción a final de año. Y ya que ahora es de pago, cabría esperar una estabilidad a la altura.

yjcfxf

Una imagen que resume algunas de las ambientaciones de las pistas. Los fiordos noruegos, la niebla de una zona costera de Escocia, la India…

Es por eso que el drama vivido con el lanzamiento de Driveclub resulta del todo inexplicable (máxime si tenemos en cuenta que hubo una beta cerrada), si bien no inesperado. A fecha de escribir estas líneas, casi dos meses después del día de salida, las incidencias están casi todas resueltas satisfactoriamente, pero todavía es frecuente sufrir desconexiones con los servidores del juego.

Evolution no ha tenido suerte. Y es que toda la retahíla de problemas con la modalidad en línea de su esperadísimo título no han servido sino para sacarle las vergüenzas a un juego por lo demás muy notable. Sin online, se han quedado a la vista de todos aspectos como la escuálida campaña para un solo jugador, la (casi) inexistente banda sonora o unas características sociales muy cacareadas, pero que en el fondo no ponen en la mesa nada remotamente innovador o notorio..

La campaña para un solo jugador no posee demasiado interés, como decía. Es la típica serie de pruebas en la que cada vez vamos desbloqueando deportivos de mayor potencia, sazonada con incentivos como nuevas pegatinas para nuestros bólidos, algo que hemos visto ya una y mil veces. No hay campeonatos de larga duración (solo series de dos o tres carreras como mucho) ni ninguna propuesta atrevida en el desarrollo de la campaña. Nada fuera de lo esperable, por otra parte. Prácticamente todos los juegos de carreras actuales pecan de campañas sosas.

Driveclub es un juego para el que se hace difícil seleccionar imágenes. La mayoría no hacen justicia a lo que se experimenta mientras se juega.

Driveclub es un juego para el que se hace difícil seleccionar imágenes. La mayoría no hacen justicia a lo que se experimenta mientras se juega.

El juego carece de banda sonora. Hay algunos temas instrumentales, pero son muy pocos y nada sobre lo que merezca la pena escribir; el mismo juego los desprecia de tal modo que vienen desactivados por defecto en las opciones, de modo que solo escucharemos el rugir de los motores a menos que nos tomemos la molestia de deambular por los menús y activar la música. La decisión es controvertida porque Driveclub no es un simulador, digamos, “serio” donde una BSO movidita sería considerada una distracción, es un arcade europeo heredero de la escuela de títulos pasados de Sony como Porsche Challenge o incluso de Destruction Derby. Tampoco es todo malo, claro: el sonido de los motores es un fulgor para los oídos, mucho mejor -por descontado- que lo que podemos oír en Gran Turismo. Los Huayra, 458 Italia y demás superdeportivos suenan con toda la lozanía y brío que cabe esperar. Ya podría Sony reciclar la librería de SFX para los juegos del equipo de Kazunori Yamauchi.

Se me ocurre, como me sucedía con InFamous: Second Son, que en el aspecto del sonido hayan entrado en juego consideraciones presupuestarias. No dejan de ser cábalas mías, pero licenciar música no es barato y el estado financiero de Sony es el que es. Y puestos a elegir, un juego de coches con malos SFX es algo así como una película de Star Wars con sables de luz de plastilina. En todo caso, no hay una Driveclub Bass Arena como en su competidor más directo, ni un Driveclub Rock, pero lo que hay es de excelente calidad.

Y para acabar con los palos, las features sociales, tan cacareadas, y publicitadas de tal modo que hasta adornan el nombre del juego y han protagonizado todo el márketing desde su anuncio en 2013, aportan poco o nada. Puede resultar sorprendente pero es así. El sistema de clubes no deja de ser un clásico sistema de clanes. Ganaremos puntos mientras corremos y a medida que subimos nivel de club desbloquearemos nuevos vehículos y pegatinas, pero aparte de eso y de los desafíos entre clubes, no hay nada más. Uno se queda con cara de “¿Y ya está? ¿Esto es todo?” cuando se da cuenta de que este que comento es el verdadero alcance de todo el sistema. No rebusquéis más porque no lo vais a encontrar: no tenemos un Facebook o un Twitter de las carreras en ciernes.

Aston Martin, BMW, Mercedes-Benz, Ferrari, Alfa Romeo, Lotus, RUF, Pagani...la flor y la nata de los deportivos europeos se concentran en Driveclub. Faltan únicamente Lamborghini y Porsche. De Lamborghini nada sabemos pero suponemos que Porsche no aparece dado el acuerdo de exclusividad de la marca con juegos de EA Sports.

Aston Martin, BMW, Mercedes-Benz, Ferrari, Alfa Romeo, Lotus, RUF, Pagani…la flor y la nata de los deportivos europeos se concentran en Driveclub. Faltan únicamente Lamborghini y Porsche. De Lamborghini nada sabemos pero suponemos que Porsche no aparece dado el acuerdo de exclusividad de la marca con juegos de EA Sports.

¡Menudo truño…!

Jaja, no. Driveclub es un juego atípico, y esta review no lo es menos, al fin y al cabo el que ha querido saber si el juego merece la pena o no ha tenido dos meses para leer otros análisis. Por eso, para variar un poco decidií empezar por la mitad, y hablando de los aspectos negativos del juego. A partir de aquí, lo que sigue son solo palabras de halago en grado superlativo.

Los gráficos del juego son celestiales, están a otro nivel, y constituyen el ejemplo más vivo y palpitante de la nueva generación de juegos, esa que venimos reclamando desde noviembre de 2013, entre tanto productointergeneracional y port HD. El retraso de un año le ha sentado de fábula al título de Evolution y todo el apartado técnico no tiene parangón en el género. El modelado de los coches es fantástico, y por vez primera considero que no conducir desde la perspectiva de la cabina es mutilar la experiencia. El interior de los vehículos ha sido recreado con todo lujo de detalles. Nunca conduciremos un Maseratti, pero con Driveclub nos sentiremos como si estuviéramos en uno. Casi se percibe el olor a cuero de la tapicería.

La iluminación y la atención al detalle en los entornos en los que corremos son, directamente, de otra galaxia. Como el juego no está encorsetado por ser un simulador o por ser un juego de mundo abierto, en Evolution se han podido permitir el ser exuberantes, y los trazados de Driveclub transcurren por los parajes más bucólicos y preciosistas que cabe imaginar. Un ascenso por un frondoso bosque montañoso; una carrera mientras amanece en un glaciar, una mortífera bajada a 300km/h por un desfiladero en el desierto…todas esas son escenas que viviremos en Driveclub. En este aspecto el juego se asemeja mucho a los viejos Need for Speed que, con los rudimentarios medios de la primera PlayStation intentaban dar vida a esto mismo. Y es que, como decía, Driveclub está mucho más cerca del desenfado de juegos como Need for Speed o Project Gotham que de la seriedad de Gran Turismo y Forza Motorsport, por mucho que se vista de espartano.

drive-club-c4-(00146)_0

La distancia de dibujo es tremenda y el uso del desenfoque de movimiento, bastante inteligente. El juego parece más suave de lo que es (funciona a 30 cuadros por segundo)

Las transiciones horarias son brutales; las mejores que hemos podido ver. En Evolution no se han cortado un pelo y exhiben sin el menor pudor el músculo de su motor gráfico en este aspecto siempre que pueden, y en muchas carreras de de 4 o 5 minutos de duración veremos como anochece y amanece ante nuestros ojos. La atención al detalle es increíble: llevo ya bastantes horas jugadas y aún descubro detalles nuevos. Ayer mismo tomé parte en una carrera bajo el sol del mediodía, y me di cuenta de cómo las nubes y la tonalidad de las mismas afectan a la luz que se filtra a través de ellas…y por tanto, en la pista la visibilidad varía de forma acorde, y de un modo tan foto-realista que resulta estremecedor. Si vamos bajo una nube clara, la luminosidad solo se verá reducida ligeramente, mientras que si tenemos encima un cirro, y el sol tras él, la pista se oscurece de forma significativa, y todo ello en tiempo real y en la misma carrera…¡alucinante!. No exageraban estos de Evolution cuando decían que para aspectos como las constelaciones que vemos de noche habían utilizado datos reales. Y este aspecto aún no ha llegado a su cénit, porque la compañía está trabajando en una actualización (que no han podido incluir de serie por falta de tiempo) que incluirá un detalladísimo sistema de efectos climatológicos. La guinda del pastel.

Pero  todo esto no serviría de nada si la conducción fuese aburrida. Tardaremos un poco en cogerle el punto (más que nada porque empezamos con auténticas tortugas) pero la conducción resulta exquisita y eficaz, y en cuánto encontremos un coche que se adapte a nuestros gustos (en mi caso, el primero fue el Lotus Évora) será cuando por fin encajemos todas las piezas del juego, y comencemos a disfrutar realmente de él y de los trazados que ofrece.

Driveclub no nos ofrece demasiados vehículos (y muchos son DLC) pero es la clase de juego de carreras en el que nos haremos con un selecto elenco de favoritos y nos limitaremos a conducir con ellos, más que a probar todos los modelos que incluye, por muy exclusivos y potentes que sean. Se han escuchado algunas críticas (especialmente de medios norteamericanos) acerca de la selección de automóviles, que se limita casi en exclusiva a coches europeos, con una representación nula de Japón y casi inexistente por parte de Estados Unidos. Pero en mi opinión la decisión de Evolution ha sido acertada y consiguen dotar al juego de un sabor muy europeo y propio que le sienta muy bien, con tanto BMW, Aston Martin y Maserati, y con marcas continentales más desconocidas, como RUF, en lugar de los pastiches de superdeportivos y muscle cars que tanto abundan en el género.

Finalizando ¿o empezando?

Driveclub es ahora mismo el mejor juego de conducción disponible en PS4, y ante la falta de competencia y lanzamientos, previsiblemente va a seguir siéndolo durante bastante tiempo. No está exento de fallos, y los he comentado debidamente, pero a la hora de la verdad, el juego alcanza a la perfección su propósito: transmitirnos la sensación de que conducimos un lujoso vehículo de 500 caballos, y hacernos partícipes de ese lujo. Su online funciona a trancas y barrancas, la campaña es sosa y no hay que ir por ahí en busca de cartelitos que romper…pero ¿y qué?. La conducción es soberbia, los coches son potentes, y gráficamente es una bomba. No se necesita nada más para construir un buen juego en este género. Y parece que estará bien dotado de contenidos, algunos de los cuales se han hecho gratuitos ante la pequeña debacle del online. Ningún aficionado a los coches se lo debería perder. Y si no te gustan los coches, pero coleccionas postales, cómpralo también. Con su modo foto te ahorrarás mucho dinero.

Puntuacion

  • Gráficos: 10/10
  • Sonido: 7/10
  • Jugabilidad 8/10
  • Duración 7/10

Nota Global: 8/10


Viewing all articles
Browse latest Browse all 46

Trending Articles